15 de marzo de 2014

La Hermandad que hizo más vistosa la Semana Santa

Hace 30 años un grupo parroquial le dio una nueva presentación a las procesiones de la Semana Mayor.

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El padre Walter preside la procesión del Viernes Santo de 1984 con su nuevo hijo: La Hermandad de Jesús Nazareno.
Archivo El Informador de Escazú


Semana Santa de 1986. La Hermandad con el padre Walter y el coadjutor Pbro. Gerardo Badilla.
Foto cortesía de Juan Carlos Flores


Artículo principal - Edición No. 311 - Marzo de 2014

Marco Antonio Roldán

Las procesiones de Semana Santa de 1984 en Escazú lucieron mejores que nunca. Por primera vez, la Parroquia de Escazú contaba con 30 soldados romanos propios, a los que se bautizó con el nombre de La Hermandad de Jesús Nazareno de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Escazú.

Era ni más ni menos que una iniciativa del nuevo, entusiasta y emprendedor Pbro. Walter Howell Castro, quien un año antes, el 7 de febrero de 1983, había iniciado sus labores como cura párroco local y quien no desestimó la urgente necesidad de su creación, ya que anteriormente los actos no incluían soldados, con excepción del año 1983 en que se pidieron prestados de una iglesia de Cartago.

Es así como se forma una comisión que, por medio de rifas, logró reunir los fondos necesarios para realizar el proyecto, que iniciaría con la adquisición de 30 trajes de soldados romanos y sus accesorios.

Se encargó la confección de los vestidos a costureras del cantón y se compraron las botas de cuero, mientras que los cascos, las lanzas y los escudos de metal serían elaborados en una hojalatería de Cartago, trabajo que al año siguiente fue continuado por el señor Orlando Jiménez, quien hasta la fecha es el encargado.

Luego se seleccionaron los 30 jóvenes que lucirían los trajes y complementos y así nace La Hermandad de Jesús Nazareno de Escazú, quien debuta en la procesión del Jueves Santo 19 de abril de 1984.

Actualmente la cofradía está formada por 50 miembros, con edades que oscilan de los 3 a 52 años. Unos 20 son menores de edad y de ellos, 12 son niños. De los más chicos, seis son los aguateros, que se encargan de repartir agua y confites a los soldados y el resto portan las antorchas que acompañan a los estandartes.

Con su vestimenta de “tropa romana” y al redoble de los tambores, la Hermandad tiene la tarea de escoltar la imagen de Jesús Nazareno durante nueve procesiones, la primera de ellas el Vía Crucis del lunes santo y la última el Domingo de Resurrección.

La agrupación se divide en escuadrón, banda, estandarte, antorcha y aguateros, cada uno con una labor específica y bien coordinada.

Del primer grupo de 1984 hoy día no queda ninguno; el miembro activo más antiguo es Víctor Abarca Jiménez, quien ingresó en 1990.

En otro tiempo, durante el período del padre Walter con ellos (1984-2001), los soldados usaron siempre enaguas cortas que mostraban sus piernas y por algún tiempo también con el pecho descubierto. Pero con la llegada del padre Javier Román Arias, quien era un cura más recatado, ordenó que se cubrieran el pecho. Dos años más tarde, en 2003, su sucesor, el Pbro. Eduardo Fallas Mora, de mentalidad aún más reservada, pidió que se cambiaran las enaguas por pantalones, pues lo consideraba irrespetuoso cuando desfilaban frente al altar mayor y hasta el momento se ha mantenido de esta manera.

El coordinador general es el señor Mauricio Herrera Agüero, conocido como Malicho, quien representa el papel de El Centurión y que está con el grupo desde hace 16 años, cuando fue nombrado por el propio padre Walter un sábado santo. Según comentó “nuestra meta cada año es evangelizar por medio de nuestro trabajo, inculcar a los niños el amor a nuestras tradiciones, incentivar a colaborar en nuestra parroquia y lo más importante servir a nuestro amado Jesús Nazareno.”

Se reúnen durante todo el año en la Casa Pastoral, una vez al mes, donde se comentan proyectos y faltando cinco meses para la Semana Santa con reuniones quincenales, donde empieza el trabajo fuerte con ensayos y actividades para recaudar fondos para reparar el equipo o comprar vestidos y zapatos nuevos.

El grupo religioso, aparte de su importante participación en la Semana Santa, se involucra durante todo el año en el trabajo parroquial, apoyando la comisión de festejos de la Parroquia.

En 2010, la Casa de la Cultura de la Municipalidad de Escazú lo declaró como grupo de interés católico popular, por su labor de servicio en mantener una tradición del cantón y desde entonces, cada año, les brinda su ayuda proporcionándoles equipo, lo que les permite reducir en un 50 por ciento sus gastos.

Diversos lugares del país también cuentan con hermandades de Jesús Nazareno, que se llaman igual, cambiando únicamente el nombre del lugar, tal es el caso de las parroquias de Cartago, Heredia, Pérez Zeledón, Naranjo, Moravia, Guadalupe, entre otras. La primera que existió fue la de los Padres Capuchinos de Cartago.

El próximo domingo 30 de marzo, en la Parroquia de Escazú, la eucaristía de las 10 a.m. será ofrecida por los miembros de la Hermandad, seguida de una procesión con la imagen de Jesús Nazareno por las principales calles del distrito centro. La ceremonia es una muestra de agradecimiento al pueblo escazuceño por el apoyo que les ha brindado durante tanto tiempo y como homenaje a todos sus ex integrantes y en memoria de su fundador.

La Hermandad de Jesús Nazareno de Escazú no conoce de edades: está integrada por niños, jóvenes y adultos.
Foto cortesía de Mauricio Herrera Agüero


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