15 de marzo de 2015

Un viaje al Bebedero


Vista panorámica del centro de Bebedero desde el cerro Tapezco, año 2007.
Foto de Alfredo Jiménez Montoya


Artículo principal - Edición No. 315 - Marzo de 2015

De nuestros archivos
Publicado en abril de 1991
Por Marco Antonio Roldán

Era domingo, alisté mi cámara fotográfica, la grabadora y la libreta de apuntes, con el propósito de hacer un reportaje. Junto con un asistente, me dirigí al pueblo más alejado de los que pertenecen al cantón de Escazú: San Francisco de Bebedero.

Tomamos el bus de San Antonio y nos bajamos en el cruce que conduce al barrio El Carmen, para continuar el trayecto a pie.

Luego de caminar como kilómetro y medio cuesta arriba, llegamos a la iglesia del Carmen, que lucía muy solitaria en medio del paisaje montañoso.

Continuamos subiendo por una calle asfaltada, pero con una cuesta muy dura, que hacía que el sudor brotara de nuestros rostros abundantemente. Desde allí, debíamos caminar más de tres kilómetros para llegar a nuestro destino.

Los paisajes tan hermosos de esa zona y la vista panorámica del Valle Central, nos hacía olvidar por un momento el cansancio producido por las pendientes.

A diferencia de años atrás, el camino se encuentra ya asfaltado en algunos sectores, y a lo largo del recorrido se pueden apreciar algunas modernas y atractivas viviendas de concreto. Se pueden observar también varios sembradíos de hortalizas, especialmente de cebolla, y algunos de café y caña de azúcar.

Luego del alivio experimentado, al terminarse las cuestas y seguir la calle en plano, logramos divisar una capilla de color blanco, que nos anunciaba que habíamos llegado al centro de Bebedero. Era muy diferente a la vieja construcción de madera que conocí hace más de doce años, cuando venía con mis papás a los turnos.

Al pie del Tapezco

San Francisco de Bebedero es un pequeño pueblo que se localiza en las montañas del suroeste de Escazú, al pie del monte Tapezco. Sus primeros pobladores fueron tres familias escazuceñas que establecieron su residencia en este lugar, allá por el año de 1870.

Según se cuenta, antes de que este sitio fuera habitado, algunos campesinos de sus alrededores solían llevar sus animales a beber a un ojo de agua situado en el llano; de ahí el origen del nombre Bebedero.

A pesar de que el servicio eléctrico existe desde hace casi 20 años, su población ha crecido muy lentamente, como consecuencia de la distancia que lo separa de San Antonio y de Escazú centro, unido a la falta de un servicio de buses.

En un censo realizado hace un año, Bebedero contaba con un total de 500 habitantes y con 127 viviendas. Esta población se encuentra muy dispersa en su territorio y solo una pequeña parte vive en el centro del poblado, donde está el templo católico y la escuela.

Oficialmente, el límite entre Bebedero y el barrio el Carmen se encuentra unos metros abajo de la capilla de este último, por lo que, paradójicamente, ese templo se halla en terreno de Bebedero.

Hace cerca de año y medio, estrenaron un nuevo acueducto, que toma el agua de una naciente ubicada en el Monte Tapezco, de donde pasa a un tanque de captación y de ahí a la cañería, sin recibir ningún tratamiento, pues es totalmente pura.

El centro educativo, que se fundó en 1952, consta de dos aulas y con 70 alumnos de primero a sexto grado en el presente curso lectivo. Dos maestros tienen la labor de atender dos grupos en cada aula a la misma vez.

El progreso de esta comunidad es impulsado por la Asociación de Desarrollo de Bebedero, que tiene a su cargo la administración del acueducto. Entre sus proyectos más cercanos figuran la construcción de una cancha de futbol y un salón comunal, que ya se está levantando.

Cada 4 de octubre, este pueblo celebra el día de su santo patrono, San Francisco de Asís, con un turno a beneficio de la iglesia del lugar, que dura tres días y al cual asiste gente de San Antonio y de Escazú centro.

Bebedero es un pueblo tranquilo, donde el aire puro y la belleza incomparable de las montañas lo hacen un lugar encantador, quizás algo parecido al Escazú centro de hace un siglo.



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